En una nueva demostración de ser un Senador con gustos propios e individualistas, el Senador Zaldívar realizó un acto que justificó de maravilla y que merece una mención especial.
Exigió que para votar a favor del proyecto de inyección de recursos al Transantiago los ministros Andrés Velasco (Hacienda) y Eduardo Bitrán (Obras públicas) pusieran sus cargos a disposición de la Presidenta por su responsabilidad en la puesta en marcha del proyecto. Una dura petición que de absurda no tiene un pelo, porque como en todo trabajo –y sobre todo en este- se debe responder por los errores. No se trata de pasar desapercibido en una metida de pata como tantas que ya ha habido dentro del grupo de colaboradores de la Presidenta. El “basta ya” de Adolfo Zaldívar es algo a lo que me uno; terminemos con los lavados de manos, aquí hay culpas y alguien debe pagar por ellas.
Cuando dice “yo me debo primero a la gente” está siendo un político al que todos los políticos debieran aspirar a parecerse, como se dice: un político ejemplar. Y con esto sus razones siguen siendo fundadas al ejercer su voto en base a su creencia de que la gente va primero, en base a lo que él cree correcto, porque lo que no queremos es volver a una dictadura; en este caso no podemos permitir que existan dictaduras de partidos en la que se manipulen los votos de los partidistas con amenazas.
¡Si queridos amigos, créanlo estamos frente a un político ejemplar! ¿O no?
Lamento decepcionar a los díscolos colorines; créanlo, el Senador hizo un pacto con Darth Vader y se alió con el lado oscuro. Muchos no cayeron en su juego y sus palabras, logrando zafar de ellos y abriendo los ojos a una realidad sensata; y es que sus constantes actos de oposición a proyectos del gobierno hacen creer que ya es un hecho que los díscolos tienen una alianza con RN. Usted, Senador, contradice su propia esencia Concertacionista. Extrañamente, usted tiene mucho de razón cuando opina sobre el proyecto Transantiago, pero su voto lo ejerce como un político de la más extrema derecha. No es mi trabajo hacerlo entrar en razón, sólo le pido que escoja en que lado se está parando usted; decida de una vez para lograrlo entender y así saber que usted es de la Concertación o de su propio partido muy cercano a una derecha que obstruye las soluciones.
Finalmente sus intentos por parecer un modelo a seguir terminaron por hacerme creer que es justo el tipo de persona que no se debe imitar. ¡Diga lo que diga, haga lo que haga, Senador, no le creo nada! Ahora menos que nunca. Porque usted representa lo que muchos odian en los políticos... el oportunismo. Comprenda que la crítica no se dirige del todo a lo que usted piensa del proyecto -porque éste tema es muy abierto a la subjetividad-, sino que en la coherencia de su personaje político. Aún así, pedir renuncias a estas alturas es agrandar el escándalo ya presente, obstaculizar impulsos para mejorar el sistema es peor aún, más aún siendo un Senador que confiesa ser un paladín de los intereses del pueblo –cosa que debiera ser así siempre- primero que todo, porque si se da cuenta estimado Adolfo es una cuestión de lógica y ética; mire usted lo fácil que es:
No Voto: suben las tarifas.
Voto: se mantienen las tarifas.
Dígame usted mi estimado, ¿Defiende usted los intereses del pueblo?, más aún, ¿Qué busca con esto? ¿De que lado está? Espero que no con la linda frase "del lado del pueblo" porque como se ve, negar el voto no es estar del lado del pueblo. Usted tiene mucha razón con lo que dice, pero al parecer no logra convencerme ni a mi ni a mucha gente. Un consejo: utilice el dinero que el Estado le entrega a sus Senadores para asesorarse, úselo en alguien; yo me ofrezco.