El mundo al revés

Primero que todo, bienvenidos a mi nuevo blog. Intento iniciarlo con el espíritu que me incita a abrir este lugar de opinión, con una pregunta que acecha a la propia política nacional, incluso la mundial. Una pregunta que detiene que ella camine a un sano y mejor futuro, más aún, frena que ello se traduzca en la sociedad con hechos reales, permitiendo una mutación de la opinión pública, un definitivo cambio de la visión que permita que todos participemos sin juicios previos que nos alejen de ella.

Todo debiera ser al revés, todos debiéramos ser políticos porque sin nuevos rostros, sin nuevas ideas y, sobre todo, sin una mirada crítica de todos no hay política, sólo hay caras repetidas, ideas añejas y políticos vistos como cada día más corruptos. Y es que por todos lados se escucha: "la burocracia es la escoria de la sociedad", al menos eso es lo que la mayoría opina, y si no es así que alguien me diga lo contrario y lo demuestre. Así es, bienvenidos al mundo al revés, donde reina la crítica y sobra la vagancia política en cada uno de nosotros por considerarla a ella como un mundo de corruptos que se apoderaron del Estado y que, además, nos vaciaron del ánimo suficiente para participar en ésta construcción social.

Donde están las nuevas caras me pregunto yo, en que rincón se esconde la nueva ola de políticos que cambiara a la vieja escuela que se cae a pedazos y que sólo sobrevive por una simple razón… ¡PORQUE NO HAY NADIE MÁS! Donde nos metimos los ganosos por derrumbar la idea del político corrupto y vago, donde están esos tecnócratas con alma de políticos, con un “sentido social” que entienda que decisiones son aplicables y cuales no; me pregunto lo mismo que el chapulín colorado: “¿Y ahora quién podrá defendernos?”.

Necesitamos limpiar ésta vocación y profesión (para los que dedican su vida a ella y no a otras cosas) de la mugre que otros nos han debajo de la alfombra, y vaya si que necesitaremos tiempo para limpiarla. Dejémonos de pavadas señores! Cortémosla con las cosas oscuras y raras, incluso con las sospechosas que dan pie para comentarios, aprendamos a hacer las cosas bien y sin necesidad de instituciones encima (aunque se hacen necesarias aún así; nunca falta el corrupto de alma y por todos lados) ya estamos viejitos ya… tenemos casi 200 años y seguimos siendo unos niños de pre-kinder que juegan al gallito por quien tiene el poder - que por lo demás es lo normal-, pero se olvidan de su más importante tarea, hacer ésta sociedad cada día mejor. Se puede… si se quiere.